sábado, 29 de octubre de 2016

EL MAR ES UN ESPECTACULO QUE HECHIZA....AUNQUE SEA RIO

EL MAR ES UN ESPECFTACULO INAGOTABLE

Quien diría que después de un terrible vendaval y de una crecida que se tragó cuadras enteras de edificaciones en el litoral norte del país, hoy amaneceríamos con un mar calmo y manso como un animalito domesticado. Con un hermoso color azul purísimo , y dejando a la vista en su retirada rocas que durante muchos años no habíamos visto por estar cubiertas por las aguas.
Y ya he incurrido en el error muy montevideano de llamarlo mar cuando se trata de un Estuario, eror opuesto al que cometen los porteños al llamarlo Rio, ya que no es ni una cosa ni otra, como recuerdo haberlo aprendido con el insigne Porf. Chebatarof  en el curso de Geografía Economica que existía en el primer año de la Facultad de Ciencias Económicas.

Aunque en realidad montevideanos y porteños hablan de lo que ven. El mal llamado Rio de la Plata es fangoso y dulce del lado argentino, arenoso y de salinidad variable del lado uruguayo. Y además Montevideo está a escasos km de la desembocadura que se produce a la altura de Punta del Este que tiene costas al Estuario y al Océano abierto, mientras Buenos Aires está mucho más adentro, a la altura de Colonia.






lunes, 17 de octubre de 2016

MARTA Y JORGE, QUE TRISTE QUE TRISTE QUE TRISTE



MARTA Y JORGE : QUE TRISTE, QUE TRISTE, QUE TRISTE

Conocí a Marta en 1962 en la Facultad de Ciencias Económicas. Y recién ingresaba y ella cursaba el tercer año , teniendo la reputación de ser la alumna más brillante de su generación. Nuestro primer encuentro fue tormentoso. A ella le había caído mal una frase mía, que juro no recordar, que había interpretado incorrectamente de una manera muy desfavorable hacia ella. Yo le expliqué lo que realmente había querido decir, y reconocí que la frase admitía la otra interpretación por lo que aún no habiendo sido esa  mi intención correspondía que le pidiera disculpas. Ese gesto me ganó el corazón de Marta, que desde entonces fue siempre favorable a mí. Fuimos mejores amigos todo el tiempo. No de esos amigos que se ven todos los días, pero sí de esos amigos que sabemos que están allí y a los cuales recurrimos en nuestros momentos de tristeza o con los cuales compartimos una alegría seguros de que la disfrutarán tanto como nosotros mismos.
Marta sufría de una serie de problemas, que no debo ni puedo revelar, que hacían que tuvieran frecuentes crisis depresivas. Yo solía sacarla de ellas  y una de las frases favoritas que ejercía un  efecto mágico sobre su estado de ánimo era la del título, extraída de la obra QUIEN LE TEME A VIRGINIA WOLF DE ALBEE que habíamos visto juntos varias veces, encandilados con el texto y con las fabulosas interpretaciones de DAHD SFEIR Y CLAUDIO SOLARI. Yo en aquel entonces sabía decir la frase con la entonación precisa que le había dado la inmortal DUCHO. ( como todavía sé decir TE JURO STANLEY QUE HAY VECES QUE ME ASOMBRAS  …….ME ASOMBRAS… de EJERCICIO PARA CINCO DEDOS  con la entonación precisa que le había dado la también inmortal CHINA ZORRILLA, una imitación aprobada por ella misma que me había obligado a hacerla en su presencia )
Pasaron los años, yo me recibí de Contador y me fui a vivir a Buenos Aires uniendo lo útil a lo  agradable ya que culturalmente entonces Buenos Aires era Paris para los uruguayos y buscando las oportunidades de empleo que en el Uruguay recesivo y neoliberal avant la lettre de los años 68 habían dejado de existir.
Concocí allí de forma puramente accidental a JORGE, 12 años mayor que yo, también Contador que estaba disfrutando de un prematuro retiro proporcionado por una ley votada especialmente para que él se jubilara, porque estaba molestando en su cargo en la Intendencia ya que era honesto y no dejaba robar en paz. Tuvo suerte. Años después en vez de jubilarlo lo hubieran matado.
Jorge pasó a ser mi mejor amigo en Argentina y como gracias a mí conoció desde adentro a RIO DE JANEIRO , ya que fue a visitarme y quedó deslum brado ( más inclsuive que yo ) con esa ciudad y paso a vivir 4 meses por año en ella, fue también mi mejor amigo en Brasil.
Curiosamente MARTA y JORGE  nunca llegaron a conocerse más que de nombre.
El destino ha querido que perdiera a los dos en el mismo mes. Un golpe duro para mí ya que es como si una parte de mi vida se hubiera borrado. Y , gran ironía del destino, ahora puedo decir con  propiedad

MARTA Y JORGE, QUE TRISTE,QUE TRISTE ,QUE TRISTE