Poniéndonos una mano en el corazón : la Naturaleza ha
sido muy poco equitativa y generosa con el sexo femenino a la hora de
distribuír las responsabilidades por la reproducción del género humano.
Mientras la intervención del hombre en el proceso se
reduce a unos muy placenteros minutos, la participación de la mujer abarca
meses en que su organismo, su vida sufre alteraciones , incómodas y en algunos
casos irreversibles, que se coronan con
el momento del parto que es doloroso e implica una dosis de peligro, que si bien los
avances de la medicina han reducido no han desterrado del todo.
Por cierto que no es justo y si en mis manos
estuviera alterar este orden de cosas de seguro que lo alteraría.
Tengo la esperanza de que de aquí a algunos ( quizás
muchos ) años la Ciencia libere a la mujer de esta penosa situación. Hoy día ya
se hace la fertilización in vitro y el hombre ha pasado en cierto modo a ser
redundante. Quizás la Ciencia llegue
algún día a descubrir la forma de que el feto originado in vitro no necesite
ser introducido en un útero femenino y pueda desarrollarse en un ámbito artificial
que reproduzca las condiciones del útero materno.
Las mujeres entonces conquistarían definitivamente la
igualdad biológica con los hombres , y hasta podrían liberarse del trastorno
mensual que sufren por causa del ciclo de la ovulación. Hombres y mujeres
seríamos entonces biológicamente iguales en derechos.
Pero por ahora es una
quimera. Un bebe no puede crecer sino es dentro del cuerpo de una mujer, y lamentablemente la
afirmación de NO SOMOS UNA INCUBADORA es más una expresión de deseos que una realidad.
Es claro que hay compensaciones.Yo crecí viendo la
felicidad de una mujer embarazada que espera su hijo, que lo siente moverse
dentro de sí y he visto el profundo dolor de una mujer que ha perdido su hijo
en un aborto espontáneo. He visto la relación tan íntima , tan especial que se
establece entre la madre y su hijo durante ese periodo en que sólo ella lo ve y
lo siente, y que habrá después de perdurar por el resto de la vida de ambos. No
es superficial decir LO CONOZCO COMO SI LO HUBIERA PARIDO, un dicho del
lenguaje común que contiene más verdad que lo que se podría suponer.
Por cierto esto es aplicable al caso de un embarazo
deseado y no ocurre en la misma medida ( si bien puede generarse a posteriori )
en el caso de un embarazo accidental , no
buscado y por cierto mucho menos en el caso de un embarazo impuesto por
una violación.
Es verdad que también los hombres tienen un cierto
grado de incomodidad en este proceso y está dado por su necesidad apremiante de
acceder al sexo, que se hace poco menos que insoportable en aquella etapa de la
vida ( 16 -30 años ) en que el hombre
está en el máximo de su poderío hormonal.
Yo creo que los
hombres tradicionalmente se han sentido en situación de inferioridad
frente a las muejeres porque son ellas las que eligen y ellas las que dan el sí
o el no para una función que e3s vivida con urgencia por ellos. Y creo que ha
sido por ese complejo de inferioridad que los hombres se han validdo de su
fuerza física para imponer condiciones sociales que sometieron a la mujer a una
posición de casi servidumbre en el cual pagaban muy caro su superioridad a la
hora del sexo.
Todo esto ha cambiado en los últimos años. La
fuerza bruta no es ya necesaria. Las mujeres
pueden ganarse la vida tan eficazmente como un hombre .No dependen de él. Y viviendo
en sociedad tampoco precisan de un hobmre para que les dé seguridad física
frente a ataques externos. El hombre se ha vuelto hasta cierto punto
prescindible y eso está marcando un profundo cambio cultural y un profundo
cambio en la organización de la Sociedad.
Con mujeres autosuficientes económicamente y que pueden
cuando así lo desean convertirse en madres sin siquiera ser tocadas por un
hombre, la familia parece estar enfrentando un reto y está en peligro de
desaparición.
Quizás la Naturaleza , que es más inteligente de lo
que se piensa ( ver por ejemplo como en los años posteriores a las grandes
guerras el porcentaje de niños que nacían del sexo masculino se había
incrementado sustancialmente como si la Naturaleza supiera que después de tanto
exterminio de hombres en los campos de batalla era necesario “ reponer el stock
“ ) tienda en el futuro a producir menos hombres y tengamos una población abrumadoramente
femenina que atenderá a sus propias necesidades sin recurrir a un hombre.
Quizás el sexo tienda a desaparecer pues dejará de
ser necesario y en el futro la reproduccción se vuelva un acto llevado adelante
por la ciencia.
Quizás en ese mundo finalmente las mujeres sean totalmente
libres. Libres de los hombres y libres de la Naturaleza.
Pero falta mucho para ello, y dado el abuso que
estamos haciendo del medio ambiente quizás el género humano se extinga antes de
llegar a esta etapa.
El mundo por ahora es como es, con esa injusticia
básica de la gestación en el interior del cuerpo femenino, e infelizmente la
mujer no puede disponer de su cuerpo sin disponer del cuerpo del hijo que lleva
dentro de sí.
El pedido del aborto es un grito no contra los hombres
y contra la sociedad. Es un grito contra la Naturaleza.
Quiera dios (
es sólo una expresión, no se ofendan ) que
algún idea las mujeres logren independizarse de su condición de madres. Es de
estricta justicia. Pero en el interín no veo otra manera que la de una
organización de la sociedad para hacerles más fácil y menos peligroso el
difícil trance.
Y que les otorgue alternativas válidas y socialmente
aceptables y respetables de renunciar a
su papel de madres para con la criatura que han engendrado por accidente o por
imposición sin tener que atar su vida futura a ella.
Pero por muy injusto que sea el sistema natural que
todavía impera, no creo que sea válido invocar un derecho a decidir quien
vivirá y quien no.
El ab orto es un crimen de lesa humanidad porque extingue
la vida de un ser humano. Y es un límite ético que de ninguna manera debe ser
transpuesto.