viernes, 30 de marzo de 2018

EL ENFASIS EXAGERADO EN EL DOLOR, LA CULPA, EL MIEDO LE AHCEN MUCHO DAÑO A LA RELIGION CATOLICA QUE POR MOMENTOS SE EXCEDE EN MASOQUISMO


Una de las cosas que me aleja de la religión católica en la cual quisiera de todo corazón creer por sus altos valores morale s y por su visión optimsita de lo que es la vida, con un más allá en el que seremos eternamente felices.. es el exagerado énfasis en el morbo. Se habla demasiado del dolor de Cristo, de su derrota en la Cruz  y no de su victoria. Coincido con las palabras del Papa Francisco cuando dijo que ser católico y no ser feliz es una contradicción. El católico vive en un mundo mejor que los que no lo somos. Un mundo en el cual hay un Juez Supremo que hace justicia a los injusticiados, premia la bondad el amor y la generosidad y nos protege com o un buen padre. Si yo consiguiera creer en todo eso ( y vaya si me esfuerzo ¡!),sería feliz.Amanecería y anochecería cantando mi felicidad. Los católicos en cambio son orientados a sufrir, a flagelarse, a temer al infierno y al Maligno, a vivir un perpétuo MEA CULPA. Y no hablemos de las sectas religiosas en cuya prédica Lucifer ocupa más espacio que Dios.
Este apasionante artículo meustra que no siempre fue asi.




Para la Teología de la Liberación, por ejemplo, la crucifixión es el símbolo de todos los torturados y asesinados injustamente en la historia de la humanidad y la resurrección, la gran esperanza de todos los excluidos. Aquella teología, tan enraizada en América Latina, intentó ser una vuelta al cristianismo primitivo en el que primaba la imagen del Buen Pastor a la del crucificado. Sin embargo, la Iglesia que aún se revestía, hasta el papa Francisco, con los símbolos del poder de los emperadores romanos, prefirió inculcar la teología del miedo al infierno.


A la Iglesia del poder nunca le estorbó el Jesús muerto. Temió más bien al Jesús vivo y encarnado, solidario con aquella parte de la humanidad que, como en los tiempos del profeta crucificado, acaba siempre abandonada a su destino.






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