jueves, 21 de junio de 2018

LA INJUSTICIA DE LA NATURALEZA PARA CON EL SEXO FEMENINO


Poniéndonos una mano en el corazón : la Naturaleza ha sido muy poco equitativa y generosa con el sexo femenino a la hora de distribuír las responsabilidades por la reproducción del  género humano.
Mientras la intervención del hombre en el proceso se reduce a unos muy placenteros minutos, la participación de la mujer abarca meses en que su organismo, su vida sufre alteraciones , incómodas y en algunos casos  irreversibles, que se coronan con el momento del parto que es doloroso e  implica una dosis de peligro, que si bien los avances de la medicina han reducido no han desterrado del todo.
Por cierto que no es justo y si en mis manos estuviera alterar este orden de cosas de seguro que lo alteraría.
Tengo la esperanza de que de aquí a algunos ( quizás muchos ) años la Ciencia libere a la mujer de esta penosa situación. Hoy día ya se hace la fertilización in vitro y el hombre ha pasado en cierto modo a ser redundante. Quizás la  Ciencia llegue algún día a descubrir la forma de que el feto originado in vitro no necesite ser introducido en un útero femenino y pueda desarrollarse en un ámbito artificial que reproduzca las condiciones del útero materno.
Las mujeres entonces conquistarían definitivamente la igualdad biológica con los hombres , y hasta podrían liberarse del trastorno mensual que sufren por causa del ciclo de la ovulación. Hombres y mujeres seríamos entonces biológicamente iguales en derechos.
Pero por ahora es una  quimera. Un bebe no puede crecer sino es dentro del  cuerpo de una mujer, y lamentablemente la afirmación de NO SOMOS UNA INCUBADORA es más una expresión de deseos que una realidad.
Es claro que hay compensaciones.Yo crecí viendo la felicidad de una mujer embarazada que espera su hijo, que lo siente moverse dentro de sí y he visto el profundo dolor de una mujer que ha perdido su hijo en un aborto espontáneo. He visto la relación tan íntima , tan especial que se establece entre la madre y su hijo durante ese periodo en que sólo ella lo ve y lo siente, y que habrá después de perdurar por el resto de la vida de ambos. No es superficial decir LO CONOZCO COMO SI LO HUBIERA PARIDO, un dicho del lenguaje común que contiene más verdad que lo que se podría suponer.
Por cierto esto es aplicable al caso de un embarazo deseado y no ocurre en la misma medida ( si bien puede generarse a posteriori ) en el caso de un embarazo accidental , no  buscado y por cierto mucho menos en el caso de un embarazo impuesto por una violación.
Es verdad que también los hombres tienen un cierto grado de incomodidad en este proceso y está dado por su necesidad apremiante de acceder al sexo, que se hace poco menos que insoportable en aquella etapa de la vida ( 16 -30 años ) en que  el hombre está en el máximo de su poderío hormonal.
Yo creo que los  hombres tradicionalmente se han sentido en situación de inferioridad frente a las muejeres porque son ellas las que eligen y ellas las que dan el sí o el no para una función que e3s vivida con urgencia por ellos. Y creo que ha sido por ese complejo de inferioridad que los hombres se han validdo de su fuerza física para imponer condiciones sociales que sometieron a la mujer a una posición de casi servidumbre en el cual pagaban muy caro su superioridad a la hora del sexo.
Todo esto ha cambiado en los últimos años. La fuerza  bruta no es ya necesaria. Las mujeres pueden ganarse la vida tan eficazmente como un hombre .No dependen de él. Y viviendo en sociedad tampoco precisan de un hobmre para que les dé seguridad física frente a ataques externos. El hombre se ha vuelto hasta cierto punto prescindible y eso está marcando un profundo cambio cultural y un profundo cambio en la organización de la Sociedad.
Con mujeres autosuficientes económicamente y que pueden cuando así lo desean convertirse en madres sin siquiera ser tocadas por un hombre, la familia parece estar enfrentando un reto y está en peligro de desaparición.
Quizás la Naturaleza , que es más inteligente de lo que se piensa ( ver por ejemplo como en los años posteriores a las grandes guerras el porcentaje de niños que nacían del sexo masculino se había incrementado sustancialmente como si la Naturaleza supiera que después de tanto exterminio de hombres en los campos de batalla era necesario “ reponer el stock “ ) tienda en el futuro a producir menos hombres y tengamos una población abrumadoramente femenina que atenderá a sus propias necesidades sin recurrir a un hombre.
Quizás el sexo tienda a desaparecer pues dejará de ser necesario y en el futro la reproduccción se vuelva un acto llevado adelante por la ciencia.
Quizás en ese mundo finalmente las mujeres sean totalmente libres. Libres de los hombres y libres de la Naturaleza.
Pero falta mucho para ello, y dado el abuso que estamos haciendo del medio ambiente quizás el género humano se extinga antes de llegar a esta etapa.
El mundo por ahora es como es, con esa injusticia básica de la gestación en el interior del cuerpo femenino, e infelizmente la mujer no puede disponer de su cuerpo sin disponer del cuerpo del hijo que lleva dentro de sí.
El pedido del aborto es un grito no contra los hombres y contra la sociedad. Es un grito contra la Naturaleza.
Quiera dios  ( es sólo una expresión, no se ofendan  ) que algún idea las mujeres logren independizarse de su condición de madres. Es de estricta justicia. Pero en el interín no veo otra manera que la de una organización de la sociedad para hacerles más fácil y menos peligroso el difícil trance.
Y que les otorgue alternativas válidas y socialmente aceptables y respetables  de renunciar a su papel de madres para con la criatura que han engendrado por accidente o por imposición sin tener que atar su vida futura a ella.
Pero por muy injusto que sea el sistema natural que todavía impera, no creo que sea válido invocar un derecho a decidir quien vivirá y quien no.
El ab orto es un crimen de lesa humanidad porque extingue la vida de un ser humano. Y es un límite ético que de ninguna manera debe ser transpuesto.

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